Todo inicia cuando era niña, me doy cuenta que tenía facultades que otros niños no tenían, el aprendizaje inicia con mi abuela, ella me enseña las propiedades de las plantas, el poder sentirlas y olerlas así como el poder identificarlas y clasificarlas. Años mas tarde, trabajando en el turismo llegué a una comunidad donde pensando que iba a ayudar y dejar conocimiento sin saber que era yo quien iba a recibir un regalo invaluable, conocí un abuelo de tradición, quien me muestra la terapia ancestral del Temazcal, se da la oportunidad de que me iniciara como guía de Temazcal, él me enseñó algo muy importante que la medicina no se aprende, se siente después de una larga y complicada prueba, me dio su bendición y me dijo que estaba lista para llevar esa medicina por el mundo. Esta terapia ancestral me llevó a conocer a más abuelos que compartieron conmigo más medicina, diversas técnicas de aplicarlas, pero principalmente de sentirlas. Todo mi conocimiento viene de abuelos ancestrales de diferentes lineas de sanación, las facultades que tengo o dones, no me pertenecen, son de Dios y el universo, yo solo soy una herramienta de ellos, ellos son los que actúan a través de mi, yo solo interpreto. Tengo 18 años de ejercer estos dones y aun sigo aprendiendo a través de la madre tierra y los grandes abuelos de medicina sagrada.

El Gran Espíritu (Dios) me trajo a este mundo para ayudar y sanar, sin embargo hasta hace apenas 18 años acepté y atendí mi llamado. Todos los días aprendo y me nutro acompañando a las personas que buscan respuestas y bienestar a través de Pachamama (la madre tierra) mediante terapias ancestrales, de diferentes culturas, por medio de plantitas, elementos sagrados, energía física y espiritual, así como todo el amor que Pachamama tiene para nosotros. Con el permiso de los Abuelos de cultura orgullosamente continuo el honorable trabajo de resguardar y transmitir cientos de años de sabiduría que se han heredado de generación en generación, dando un mensaje de esperanza a las nuevas generaciones, el mensaje del amor a través de nuestra madre tierra, ese amor tan intenso que es capaz de llenar a toda la humanidad… Ometeotl… (gracias infinitas)